Es del
conocimiento de muchos, que distintos expertos, estudiosos y fanáticos del tema
han encontrado el surgimiento del nuevo orden mundial relacionado con
profecías de distintas corrientes religiosas.
Durante su
desterró en la isla de Patmos, el Apóstol Juan recibe una serie de visiones
acerca de los tiempos finales. Como resultado de este evento escribe un libro
entre los años 93 y 95 d.C. el cual lleva por nombre Apocalipsis o Revelaciones.
Estudiosos de la escatología cristina manifiestan que la visión narrada por
Juan en el Capítulo 13 del Apocalipsis describe el futuro sistema de gobierno
que ejercerá dominio en la tierra en los tiempos finales. Juan describe lo
observado en su visión con la imagen de una bestia. Para los primeros
cristianos la figura de una bestia, es igual a un monstruo que se relaciona con
los grandes imperios o reinos terrenales (como el imperio romano de su tiempo),
en otras palabras, esta bestia podía ser interpretada como un gran reino,
imperio o sistema de gobierno que surgiría en el final de los tiempos. La
bestia (imperio) del que habla el Apóstol Juan ejercerá dominio sobre toda
tribu, pueblo, lengua (idiomas) y nación (Apocalipsis 13.7).
La imagen de
la bestia observada por Juan es bien compleja y tenebrosa:
“…y vi subir del mar una bestia que tenía
siete cabezas y diez cuernos: en sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus
cabezas, nombres de blasfemia. La bestia que vi era semejante a un leopardo,
sus pies eran como de oso y su boca como boca de león”.
Apocalipsis
13.1-2.
Las visiones
de Juan han sido ampliamente debatidas y analizadas por estudiosos de las
profecías, sus interpretaciones son cuestionables, y gran parte de los
seguidores del cristianismo prefieren omitir su estudio y no profundizar en el
libro de Apocalipsis por no tener una idea clara del contenido que allí se
desarrolla. Lo que si podemos afirmar con seguridad y es reconocido por
estudiosos del tema, es que el contenido central del libro es profético, y que estas
profecías son para los tiempos del fin.
No solo en el
cristianismo se habla de los acontecimientos futuros, la mayoría de las
religiones presentan una visión de lo por venir, y lo relaciona específicamente
con eventos que se desarrollaran en los tiempos finales. Pero solo en el
cristiano se presenta una visión estructurada de una especie de sistema o
imperio que tendrá el control del mundo en los tiempos finales.
El islam
también posee textos (aleyas) que hablan sobre acontecimientos futuros, pero no
se presenta el surgimiento de un nuevo sistema de gobierno. Para los musulmanes
el nuevo orden que regirá el mundo estará fundamentado en una sola persona; más
que un líder político, será un líder espiritual que dirigirá al mundo. Los
musulmanes esperan la llegada del “Doceavo Imán” o “Mahdi”, que representa la
llegada de la justicia y la verdad a la tierra.
El exlíder
iraní Mahmud Ahmadineyad, en una entrevista para la cadena estadounidense NBC
expreso:“El imán vendrá con la lógica,
con la cultura, con la ciencia. El vendrá a fin de que no haya más guerra. No
más enemistad, no más odio. No habrá más conflictos. Él llamara a todos a
entrar en un amor fraternal”.
Pero no solo
los musulmanes esperan la llegada de un líder espiritual, que será el salvador
de la humanidad, quien gobernara sobre todo el mundo bajo la bandera de la paz.
Las grandes corrientes religiosas de nuestro planeta anuncian la venida de un ser
supremo quien gobernara el mundo y traerá consigo la solución a todos los
problemas. Los budistas esperan la llegada de “Maitreya” quien será la
personificación de Buda. El hinduismo también espera a un nuevo salvador,
llamado Kalki o Javada, el “dios de la paz”. El Judaísmo espera la llegada de
su “Mesías” quien establecerá su reino sobre Jerusalén.
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