miércoles, 15 de octubre de 2014

Unificación Mundial

La globalización ha originado una serie de cambios a nivel mundial, muchos países del mundo han tenido que cambiar sus políticas y programas económicos con la finalidad de cumplir con las directrices internacionales. La conformación de un gran bloque de naciones con el objetivo de una integración, comunicación e interdependencia entre distintos países del mundo, uniendo sus mercados, sociedades y culturas, ha traído consigo que muchas naciones adopten políticas internas con la finalidad de integrarse al gran bloque o de lo contrario, correr el riesgo de quedar excluido del desarrollo mundial.

La globalización surge como una solución a diversos problemas que ocurren en distintos países y su vez estos se conjugan para originar crisis regionales o en el peor de los casos, pueden llegar a ser una problemática mundial. La pobreza, crisis económicas, guerras civiles, pueden ser algunos ejemplos de crisis locales que pueden impactar regiones y convertirse en una problemática mundial.
Las grandes guerras mundiales (Primera y Segunda Guerra Mundial)  nacieron producto de pequeños conflictos locales que fueron creciendo y agravándose, a tal punto de originar verdaderas confrontaciones entre grandes potencias internacionales, que dejaron a su paso un gran caos, devastación, miles de muertos y pérdidas materiales por miles de millones de dólares.

La integración mundial busca el fortalecimiento de las naciones, consolidación de sus economías y estabilidad social, bajo la transformación de la cultura política, jurídica y económica de cada país. Aunque en sus inicios el proceso de globalización se originó principalmente con la finalidad de crear una unión entre economías locales para crear un mercado económico mundial y así aumentar el crecimiento económico de los países involucrados. Hoy en día, también se han establecidos interrelaciones con la finalidad de lograr un intercambio cultural, social, tecnológico, ampliando los impactos de la globalización a diversos ámbitos de la población mundial. Hablamos entonces de un intercambio cultural y social debido a la conexión de las sociedades y culturas locales, en una cultura global, lo que ha originado integración entre los pueblos. Pero este fenómeno ha tenido sus detractores que ven con desagrado la perdida de la identidad local de muchos pueblos que han adoptado costumbres y tradiciones extranjeras.

El fenómeno de la globalización surge a mediados del siglo XX cuando las grandes potencias participan de pequeños procesos de integración y cooperación económica con la finalidad de que sus economías locales crezcan y se fortalezcan. Pero luego de la caída del comunismo y con el final de la “Guerra Fría” la globalización toma un mayor auge y comienza a consolidarse a nivel mundial. El surgimiento de las empresas multinacionales, la libre circulación de capitales y la inversión extranjera han sido parte esencial del fenómeno de la globalización.


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Sucesos futuros ¿Realidad o ficción?

Es del conocimiento de muchos, que distintos expertos, estudiosos y fanáticos del tema han encontrado el surgimiento del nuevo orden mundial  relacionado con profecías de distintas corrientes religiosas. Para los teólogos y escatólogos cristianos, el surgimiento de un nuevo orden mundial, está escrito en la Biblia con muchos siglos de anticipación; y además es un suceso definitivo e inevitable. Las profecías bíblicas hablan de un último gobierno o  reino que nacerá justo al final de los tiempos, pero que su paso por este mundo será devastador (nada de lo que se habla en la biblia acerca de este futuro sistema de gobierno mundial es alentador).

Durante su desterró en la isla de Patmos, el Apóstol Juan recibe una serie de visiones acerca de los tiempos finales. Como resultado de este evento escribe un libro entre los años 93 y 95 d.C. el cual lleva por nombre Apocalipsis o Revelaciones. Estudiosos de la escatología cristina manifiestan que la visión narrada por Juan en el Capítulo 13 del Apocalipsis describe el futuro sistema de gobierno que ejercerá dominio en la tierra en los tiempos finales. Juan describe lo observado en su visión con la imagen de una bestia. Para los primeros cristianos la figura de una bestia, es igual a un monstruo que se relaciona con los grandes imperios o reinos terrenales (como el imperio romano de su tiempo), en otras palabras, esta bestia podía ser interpretada como un gran reino, imperio o sistema de gobierno que surgiría en el final de los tiempos. La bestia (imperio) del que habla el Apóstol Juan ejercerá dominio sobre toda tribu, pueblo, lengua (idiomas) y nación (Apocalipsis 13.7).

La imagen de la bestia observada por Juan es bien compleja y tenebrosa:
“…y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos: en sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus cabezas, nombres de blasfemia. La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como de oso y su boca como boca de león”.
Apocalipsis 13.1-2.

Las visiones de Juan han sido ampliamente debatidas y analizadas por estudiosos de las profecías, sus interpretaciones son cuestionables, y gran parte de los seguidores del cristianismo prefieren omitir su estudio y no profundizar en el libro de Apocalipsis por no tener una idea clara del contenido que allí se desarrolla. Lo que si podemos afirmar con seguridad y es reconocido por estudiosos del tema, es que el contenido central del libro es profético, y que estas profecías son para los tiempos del fin.



No solo en el cristianismo se habla de los acontecimientos futuros, la mayoría de las religiones presentan una visión de lo por venir, y lo relaciona específicamente con eventos que se desarrollaran en los tiempos finales. Pero solo en el cristiano se presenta una visión estructurada de una especie de sistema o imperio que tendrá el control del mundo en los tiempos finales.

El islam también posee textos (aleyas) que hablan sobre acontecimientos futuros, pero no se presenta el surgimiento de un nuevo sistema de gobierno. Para los musulmanes el nuevo orden que regirá el mundo estará fundamentado en una sola persona; más que un líder político, será un líder espiritual que dirigirá al mundo. Los musulmanes esperan la llegada del “Doceavo Imán” o “Mahdi”, que representa la llegada de la justicia y la verdad a la tierra.

El exlíder iraní Mahmud Ahmadineyad, en una entrevista para la cadena estadounidense NBC expreso:“El imán vendrá con la lógica, con la cultura, con la ciencia. El vendrá a fin de que no haya más guerra. No más enemistad, no más odio. No habrá más conflictos. Él llamara a todos a entrar en un amor fraternal”.
Pero no solo los musulmanes esperan la llegada de un líder espiritual, que será el salvador de la humanidad, quien gobernara sobre todo el mundo bajo la bandera de la paz. Las grandes corrientes religiosas de nuestro planeta anuncian la venida de un ser supremo quien gobernara el mundo y traerá consigo la solución a todos los problemas. Los budistas esperan la llegada de “Maitreya” quien será la personificación de Buda. El hinduismo también espera a un nuevo salvador, llamado Kalki o Javada, el “dios de la paz”. El Judaísmo espera la llegada de su “Mesías” quien establecerá su reino sobre Jerusalén.

Si quieres conocer más sobre este tema, te invito a leer el libro: "Gobierno Global", en donde se hace un análisis objetivo de este y otros temas de interés.


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